Microinfartos silenciosos: señales en el habla y la marcha
- khelios kinesiología

- 10 nov
- 2 Min. de lectura

Los microinfartos cerebrales son pequeñas lesiones isquémicas que pueden pasar desapercibidas, pero su acumulación afecta memoria, atención y movilidad, especialmente en adultos mayores. Detectarlos temprano permite prevenir caídas, discapacidad y demencia vascular mediante intervención clínica y kinesiológica.
Señales sutiles en el habla
Palabras “atascadas” o dificultad para encontrar términos comunes, con discursos más lentos o entrecortados.
Cambios en la articulación: habla pastosa, menos clara o con variaciones en la entonación.
Problemas para seguir conversaciones complejas o instrucciones de varios pasos.
Episodios breves de confusión del lenguaje: decir una palabra por otra, repetir frases o perder el hilo.
Señales sutiles en la marcha
Paso más corto y arrastre de pies, con menor oscilación de brazos.
Inestabilidad al girar, “congelamiento” al iniciar la marcha o al atravesar puertas.
Disminución de velocidad sin causa evidente y mayor variabilidad entre pasos.
Pequeños desbalances que aumentan el riesgo de caídas, sobre todo al multitarea (caminar y hablar).
Otras pistas que suelen pasar desapercibidas
Fatiga cognitiva al final del día, dificultad para alternar tareas o tomar decisiones.
Cambios conductuales: irritabilidad, apatía o fluctuaciones marcadas en el rendimiento diario.
Destreza fina alterada: abotonarse, escribir o manipular objetos pequeños cuesta más que antes.
Diferenciar de otras causas
No todo cambio de habla es un microinfarto: sequedad bucal, prótesis dentales, ansiedad o fármacos pueden afectar la articulación.
Alteraciones de la marcha también ocurren por artrosis, neuropatías periféricas, parkinsonismo, visión deficiente o calzado inadecuado.
La clave es la aparición subaguda, los episodios fluctuantes y la combinación de cambios en habla + marcha + funciones ejecutivas.
Cuándo consultar de urgencia
Instalación brusca de debilidad, desviación facial, dificultad severa para hablar o entender, pérdida visual o desequilibrio incapacitante.
Cefalea intensa nueva, confusión marcada o caída con traumatismo.
Evaluación funcional en Khelios
Screening neurofuncional: pruebas breves de lenguaje (fluidez, denominación), atención y funciones ejecutivas; cronometraje de marcha (velocidad, TUG), doble tarea (caminar contando), y análisis de virajes.
Revisión de factores de riesgo: presión arterial, glicemia, lípidos, fibrilación auricular, tabaquismo, sedentarismo y adherencia a tratamientos.
Educación y señales de alerta para familia y cuidadores, con plan de monitoreo domiciliario.
Derivación y trabajo interdisciplinario
Si el tamizaje sugiere evento vascular o progresión rápida, se coordina evaluación médica para imagen, control de factores de riesgo y manejo farmacológico.
Integración con neurología, cardiología (detección de arritmias), fonoaudiología y terapia ocupacional para un plan integral.
Hábitos que protegen cerebro y marcha
Control de presión, glicemia y colesterol; adherencia a fármacos y seguimiento periódico.
Actividad física aeróbica + fuerza 3–5 veces por semana; equilibrio y coordinación al menos 2 veces por semana.
Sueño reparador, hidratación adecuada y nutrición rica en vegetales, proteínas de calidad y grasas saludables.
Evitar tabaco y alcohol y limitar sedentarismo con pausas activas.
Señales de progreso que monitoreamos
Mejora de claridad del habla y disminución de bloqueos al conversar.
Aumento de velocidad de marcha, pasos más simétricos y giros más seguros.
Menos tropiezos y mayor confianza al multitarea.
Mayor tolerancia al esfuerzo sin fatiga cognitiva temprana.
Atención personalizada en Khelios
1 paciente por hora, evaluación a domicilio en Viña del Mar, Reñaca y Concón, y tratamientos basados en evidencia para adultos y adultos mayores.



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